El verano es el tiempo del reposo, de largas siestas con banda sonora de chicharras y de novelas que atrapan. El 90% de las veces el primer plato de las comidas es gazpacho, nos sentamos casi siempre a la mesa con una gruesa capa de sal en el cuerpo, cloro de la piscina y con el bañador aun mojado. El olor que predomina es el de la crema de protección solar, todos tenemos un color de piel más oscuro, algunas pecas de más, y somos mucho mucho más felices.
En mi caso la ecuación de la felicidad veraniega está
compuesta de varios factores que deben darse para que el resultado sea
plenamente satisfactorio:
4. Acordarme de la primera vez que vi en la tele "El largo y cálido verano".
5. Hacer el muerto en la piscina al menos una vez.
5. Hacer el muerto en la piscina al menos una vez.
8.
Ojear revistas de moda de septiembre y decidir
que cinco prendas de otoño me voy a comprar sí o sí.
El mío comienza pronto, muy pronto. Ya está aquí.
FELICES VACACIONES, FELIZ VERANO.