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29 oct 2012

Caldero by Pepa Loves


Curioso nombre para un color. Referido al tono del barro de los recipientes de cocina fabricados de arcilla cocida. También conocido como teja, y otras veces como coral. 
La gama cromática que mi madre escogió para los sillones del salón. Siempre me recordará a ella.

Me hice con esta camisa de Pepa Loves en cuanto la vi. A parte de encantarme el tono, es perfecta para invierno porque tiene un tejido bastante gordito para una camisa, me encanta la caida de la tela, y el toque del volante me parece super femenino. Apaña cualquier look, para el finde con jeans, o con falda y pantalón de vestir para trabajar. Esta vez yo opté por la primera opción.Vaqueros campana de Mango, botines de Zara, y trenca de Easy Wear.




 





27 oct 2012

Mañana de sábado, sabe a "Maravillas"


Adoro los sábados por la mañana. Compiten duramente con el viernes por la tarde para posicionarse en el top de mis momentos de la semana preferidos.

Esta mañana nos hemos levantado con energía después de una renovada noche de sueño. Hoy quería aprovechar a tope porque me tocaba trabajar la tarde del sábado y todo el domingo, y qué otra cosa mejor para cargar las pilas que dar un paseito tranquilo con mi chico y comprar alguna cosa rica para comer. Se nos ocurrió ir al MERCADO DE MARAVILLAS.


En mi opinión, uno de los mejores mercados de Madrid, que parece que se mantiene inmune a los estragos sufridos por otros mercados tradicionales, que poco a poco, puesto a puesto, han ido desapareciendo. Al contrario que todos ellos, en éste no cabe un alfiler. Puedes encontrar absolutamente de todo, tanto de comida como otro tipo de tiendas para hacer los típicos recaditos como ponerles tapas nuevas a los zapatos, arreglos de ropa, o hacer copias de llave e imprimir fotos.


Además, si como yo, no tenéis la suerte de poder dedicar tiempo a hacer la compra, disfrutaréis mucho paseando por los interminables pasillos, admirando y curioseando frutas, quesos, mariscos, pescados, carnes, especias, conservas, verduras y también de ser atendidos a la manera tradicional de toda la vida.
Nosotros nos hicimos con los ingredientes necesarios para hacer una crema de calabaza, lomo de buey y atún rojo QUE NOS SUPO A GLORIA BENDITA.




A veces pienso que definitivamente dentro de mi llevo una maruja con gran potencial, ¡adoro entablar conversación con el tendero y las señoras que esperan a ser antendidas alrededor del puesto!




Antiguo Mercado de la Cebada de Madrid, 1920.

24 oct 2012

Y si soy una gafotas, bueno y qué.



 
“Eres perfectamente apta para operarte” dijo mi oftalmólogo con solidez después de realizarme al menos siete pruebas la pasada tarde. Sin exagerar, no menos de una hora de minucioso exámen que pasó por apoyar la barbilla y mirar al frente sin parpadear a través de la lente de algunas máquinas aparentemente iguales, lectura de paneles luminosos con minúsculas letras, y aplicación de gotas de líquidos malditos que agrandan la pupila tanto que casi pareces un ser mezcla de vampiro y niña poseída durante dos días.


Puedo prescindir de las lentillas y las gafas, ser libre de acudir a la playa sin miedo a que me entre algo en el ojo y quedarme ciega, poder ver la cara de la gente mientras paseo prescindiendo de las gafas de sol graduadas. Levantarme de la cama cada mañana sin que mi primer gesto del día sea mover mi brazo hacia la mesita de noche, y evitar caóticas escenas en las que no recuerdo donde he puesto mis gafas y necesito ayuda para encontrarlas, porque aunque las tenga delante no daréIcon ellas…

Y sin embargo…AUN NO HE DICHO “YUPI”.
 
He recién inaugurado un profundo proceso de AUTO-PSICOANÁLISIS para dar con las razones de mi aparente indiferencia.
Descarto el miedo a la operación. Me han contado algo, sobre todo de la angustia que se vive, pero que sólo dura cinco minutos. No me asusta. Soy aprensiva, pero valiente.


Llegado a este punto mi cabeza repasó algunas imágenes de personas con gafas, algunas actuales, otras no tanto, con gafas de moda, retro, lentes antiguas…Y entonces caí, se encendió mi bombilla y llegué a la raíz del asunto.
 Me da pereza abandonar el “club de los gafotas”. No soy capaz de dar un repentino “adiós, hasta nunca” a mis pobres gafas y jamás volver a necesitarlas. 







Ya me acostumbré a vivir dependiente de ellas, de tener que limpiarlas después de caminar bajo la lluvia y sacar los platos del lavavajillas, y de utilizarlas a modo de diadema. De colgarlas en el cuello de mi jersey cuando no tengo un sitio mejor dónde meterlas, y de sufrir el “ataque gafitas” de mi hermano, consistente en que me plante sus dedos pringosos sobre los impolutos cristales…  Me acostumbré a ellas de pequeña después de llorar y llorar. A una niña coqueta le cuestan algunas cosas. Y después de todo eso tengo que librarme de ellas porque es la mejor decisión que pudiera tomar.

Un gran cambio, para mejor, algo con lo que ahorraré esfuerzos y dinero en líquidos, lentillas y cristales…Pero no puedo evitar pensar que se va algo de mí.


ESTÚPIDA MELANCOLÍA. 




20 oct 2012

Por el ojo de la cerradura





Me inspiran incertidumbre, curiosidad, gran expectación, casi temor. Y todo por ese religioso orden.
Pasar por delante del portón de una gran casa, una iglesia preciosa cerrada a cal y canto, la puerta de una habitación debajo de la cual se escapa la luz del sol…

No se puede llamar  afición a dedicarse a mirar a través de un ojo de una cerradura. Afición es algo a lo que se dedica el tiempo comunmente, y yo no le dedico momentos graduales de mi vida a ello, sino que simplemente es algo que hago desde niña cada vez que se presenta la ocasión. Quizás lo leí en un libro, quizás Alicia en el País de las Maravillas me causó demasiada impresión, no sé.




La imaginación juega un papel grande en todo esto, aviva la intriga de lo que habrá al otro lado. Hay posibilidad de descubrir muchas cosas sólo con mirar, cosas bellas y secretas como un precioso jardín cerrado al público por un dueño huraño, el retablo que esperabas visitar. Puedes revelar un misterio, o espiar a alguien a quien temes, o a quien amas.

Agujeros prohibidos que te precipitan hacia lo desconocido, una oportunidad de acceder a una pequeña parte de lo que no podemos alcanzar…El marco perfecto de imágenes que las vuelve aun más bellas.    







 


Desde el ojo de la cerradura de la Orden de Caballeros de Malta, colina de Aventino (Roma)



16 oct 2012

LA FIEBRE INVITADA


He caído gravemente enferma. Ninguna píldora, antibiótico, remedio casero, ni medicina natural curará mi dolencia. Mi enfermedad tiene un nombre claro: la "FIEBRE INVITADA". ¡Cuidado que contagia!




Ha llegado a mi vida un desenfrenado calendario de las bodas para el 2013, y yo con estos pelos...
Aun hay tiempo, pero mucho que preparar para lucir nueve estilismos entre mayo y septiembre. Nueve citas, noche y día, entre las que confieso que hay algunas que destacan sobre otras. Años de amistad, confesiones diarias e ilusiones compartidas hacen que lo mejor de mis looks se lo vaya a llevar julio y agosto. 

Y como nueve son muchas, y aun hay posibilidades de que ese número siga en aumento, no tengo más remedio que tirar de fondo de armario, préstamos, y mucha imaginación para repetir lo mínimo y no escatimar en el resultado.

Todo esto puede parecer misión imposible, pero no pienso darme por vencida.
Para lograrlo aplicaré al siempre clásico "dos estrategias":

1. La primera opción es la de darle prioridad absoluta al vestido. Quizás un diseño más arriesgado, corte original o estampado llamativo que no deje demasiado lugar a los complementos. Así no necesitamos dedicarle demasiado tiempo a estos últimos, y podemos repetirlos varias veces.

2. El segundo recurso pasa por darle la vida a los complementos y dejar al vestido en un segundo plano (versátil y básico siempre).
Esta vía es apropiada si dispones de un gran elenco de amigas, hermanas, primas, tías que te abren de par en par las puertas de su amplio armario plagado de chucherías bodiles varias. 
Los bolsos, tocados, chaquetas, broches, pendientes, y las gargantillas son más fáciles de prestar que un vestido, ya que para que éste siente bien necesitas tener una talla y complexión parecida a la de la persona que te lo cede.



A toda esta teoría sumo las recopilación de mis imágenes preferidas.
Tocados, joyas, pamelas, clutchs, peinados, americanas, vestidos y deslumbrantes sonrisas...
ABSOLUTAMENTE ENGANCHADA A TODAS ELLAS.












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