Si os digo que la temporada de primavera-verano-otoño trae
bodas en las que hay que elegir el look apropiado, en el que
los tocados y sombreros juegan un papel fundamental, no os estoy haciendo
ningún descubrimiento ancestral, lo sé.
Pero lo que sí fue UN DESCUBRIMIENTO para mí (que no
sorpresa) fue dar de nuevo con María, una amiga del cole, y reencontrarme no
sólo con ella sino también con Mussy and Co y estas maravillas hechas realidad
con sus propias manitas.
Y digo que no fue una sorpresa porque hay cosas que se intuyen, que se saben, sobre todo cuando has crecido con alguien y sabes que lleva mucha creatividad y mucha moda por dentro. Independientemente de la ruta que se tome, más tarde o más temprano, todos los caminos llegan a Roma, aunque antes tengan que pasar por el sector de la banca, como sucedió en su caso.
Amante desde siempre del esplendor que emanaban grandes
citas como Ascot, acontecimientos reales y míticos looks de actrices de cine. Un
día empezó a diseñar para sí misma, familiares, amigas…y todo siguió su curso
natural. No fue planeado, de repente se vio con varios pedidos y simplemente
decidió formalizar las cosas.
Esto es lo que más me gusta de Mussy and Co, que cada pieza que sale de su taller integra la personalidad de la persona que hay detrás, alguien que siente adoración por los grandes eventos y las bodas.
Entiende el concepto de la elegancia muy cerca del candor
que emana la estética francesa y omite la pulcra sobriedad. Todo ello aderezado
con una CHISPA DE EXCENTRICIDAD, la justa, la necesaria. Ni una pizca más.
¡Mi preferido el turquesa con mariposas posadas!